sábado, 11 de diciembre de 2010

Inmaculada (Francisco Rizzi)

Hoy, en el ecuador de la octava de la Inmaculada, quiero traer una obra alusiva a esta festividad. De las muchas obras de arte que existen en Cádiz sobre esta iconografía, he elegido este cuadro que se expone en el Museo de Cádiz. Se encuentra en la sala dedicada al barroco español y es la Inmaculada Concepción, pintada por Francisco Rizzi en su última época, hacia 1680.

Fui para hacerle la foto que subiría al blog y me encontré con el enorme hueco que deja en la pared su ausencia. Tendré que poner provisionalmente una foto de la obra perteneciente a un folleto informativo del Museo de Cádiz. Se me han adelantado. Quería comentar la calidad e importancia de esta pintura y ya como tarjeta de presentación, puedo decir que se encuentra dentro de una gran exposición, actualmente en Madrid, titulada Pintura de los Reinos: Identidades compartidas en el mundo hispánico”, que refleja a través de más de un centenar de piezas la relación cultural de Europa, especialmente España, con los virreinatos americanos en los siglos XVI al XVII a través del lenguaje pictórico.

La muestra se puede visitar simultáneamente en el Palacio Real de Madrid y en el Museo del Prado, del 26 de Octubre de 2010 al 30 de Enero de 2011. Posteriormente se presentará en la Ciudad de México, en el Palacio de Cultura Banamex (Palacio de Iturbide), del 2 de Marzo al 30 de junio de 2011.

El Palacio Real de Madrid, como sede principal de la exposición, acoge la mayor parte de las obras (68) en tres ejes temáticos. La primera parte trata el estudio de la “la formación de un lenguaje común”; es decir, cómo se gestó la pintura española de los siglos XVI y XVII, nutrida principalmente de la italiana y la flamenca. En esta primera parte de la muestra es donde se encuentra ahora nuestra “Inmaculada Concepción". (1)

Francisco Rizzi de Guevara (Madrid 1614-El Escorial 1685), pintor madrileño, descendiente de familia italiana, fue discípulo de Vicente Carducho quien posiblemente le facilitó la aproximación a la Corte. En 1639 intervino en la serie de Reyes del Salón Dorado del Alcázar juntamente con Alonso Cano y en el Teatro del Palacio del Buen Retiro. A la vez, trabajó para iglesias y conventos de Madrid. En 1653 fue nombrado pintor de la Catedral y en 1656 Pintor del Rey. En la década 1660-70 realizó importantes obras. Formado en la sencillez y rigor de la pintura de Carducho, Rizzi incorporó a su lenguaje personal, el color y dramatismo de la pintura italiana y sobre todo el dinamismo barroco de Rubens. Con la pintura de Rizzi se introdujo el barroco en España. (2)

¿Cómo nos llega a Cádiz un cuadro de la escuela madrileña y de unas dimensiones tan considerables?

La respuesta es que este lienzo estuvo en el Museo Nacional de Pinturas, más conocido como Museo de la Trinidad por el edificio que lo albergaba, el convento de la Trinidad Calzada de Madrid, creado como consecuencia de la desamortización de Mendizábal en 1835. Por Real Orden, en 1836 se constituyó una junta que se encargaría de los objetos artísticos de los conventos desamortizados. Casi dos años después se dispuso organizar un Museo Nacional que reuniese las obras procedentes de los conventos desamortizados de Madrid y provincias limítrofes (posible origen de la obra que comentamos)

Tal era la cantidad de obras -en un primer inventario se contabilizaron algo más de mil setecientas- que se encontraban en realidad en una situación de almacenaje y, en muchos casos, de abandono. De hecho se perdieron para siempre casi la mitad de lo inventariado. Esta situación continuó hasta que en 1870 se suprimió este museo y se adscribieron sus fondos al Museo del Prado. En realidad solo se incorporaron una mínima parte, una selección. La mayoría se distribuyó por varios lugares de la geografía española, cediéndolas en depósito a museos provinciales, diputaciones, ayuntamientos, iglesias urbanas y rurales, Sociedades Económicas de Amigos del País, Ministerios e incluso particulares, lo que en muchos casos supuso también el descontrol y pérdida de otras tantas obras. (3)

En nuestro caso, la Inmaculada de Rizzi, tiene el número 238 del Inventario de repartos, y fue cedido al Museo de Cádiz en febrero de 1879. (4)

Desde aquí deseamos que sea admirado y valorado por miles de personas, y esperamos su vuelta para el próximo verano.


(1) Nota de prensa. Exposición “Pintura de los Reinos” Identidades compartidas en el mundo hispánico.
(2) Reseña biográfica. Museo de Cádiz.
(3) Hernando Carrasco, Javier. Las Bellas Artes y la revolución de 1868. Pág. 57. Universidad de Oviedo. Servicio de Publicaciones. Departamento de Historia y Artes.
(4) Catálogo del Museo Provincial de Bellas Artes de Cádiz. Pág. 105. Madrid 1964

domingo, 21 de noviembre de 2010

Cabeza de Germánico

En la sala de estatuaria romana del Museo de Cádiz, se exponen unas cabezas que se encontraron juntas en unas excavaciones realizadas en el Cerro del Castillo (Medina Sidonia) en 1960. Ante ellas, D. David Ojeda nos habló en concreto este domingo, ya que era la pieza del mes, de la cabeza de Germánico, aunque las tres están muy relacionadas.

Comenzó con una clase práctica de cómo conocer qué personaje puede ser el representado cuando aparece solamente una cabeza y no tenemos más datos para poder identificarlo.

Primeramente, habría que ver el tipo de material utilizado, mármol blanco en este caso, pero de un grano fino. Este dato es bastante relevante porque probablemente proceda de una cantera romana. Pero vendría solo el material ya que la obra se realizaría en un taller asidonense. Estos talleres provinciales no acababan las obras con la perfección de los romanos, con notables descuidos y ahorro de trabajo en zonas fuera de la visión del espectador (por detrás de la cabeza, el pelo está muy poco tallado)

Otra información que podemos extraer de la pieza es que la parte de abajo del cuello indica que sería una cabeza para colocar en un cuerpo, posiblemente togado, ya que iría en el hueco que se deja para encajarla y que disimulan los pliegues de la toga. No se podría hacer esto si fuera una figura desnuda o heroizada, ya que la unión entre el cuello y el cuerpo sería imposible de disimular.

También nos enseñó a calcular, teniendo solo la cabeza, cuanto mediría la estatua completa. Se realizaría midiendo desde la terminación del flequillo hasta la barbilla y esa medida se multiplicaría, redondeando, por ocho. Por cierto que el flequillo, el pelo en general, tenía una forma de peinado concreta para cada personaje. En concreto Germánico, en todas sus esculturas, tiene un flequillo que forma un pico en su parte central, dirigiéndose a cada lado los mechones laterales.

La cabeza formaría parte, junto a las de Druso y Livia, de un grupo escultórico que representa a parte de la familia Julio-Claudia, la domus augusta, encargado por las élites provinciales en los primeros antecedentes del culto imperial y como propaganda de un programa político ideológico, ya que las figuras representadas formarían parte de una deseada sucesión dinástica.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Leones guardianes

Sigo con la tarea de reflejar mis anotaciones de las conferencias que, gracias a los expertos de cada tema, nos han ilustrado sobre piezas arqueológicas del Museo de Cádiz antes de que tuviera abierto este blog. En enero de este año, la Dra. Inmaculada Pérez López, Profesora Titular de la Universidad de Cádiz, y autora del libro "Leones romanos en Hispania", nos habló de los Leones Guardianes de Sepulturas, siendo la pieza del mes uno de esos leones hispanorromanos con que cuenta el Museo de Cádiz y que se encuentra expuesto en una de sus salas.

Primeramente hay que matizar o ampliar el título de la conferencia, que los ceñía a guardianes de sepulturas, para indicar que también se encontraban custodiando lugares importantes dentro de las ciudades. Los que proceden de sepulturas se colocaban por parejas a los lados de un monumento que se levantaba sobre la tumba de incineración.

Suelen aparecen como fruto de hallazgos casuales, sin un contexto definido, o reutilizados posteriormente y de esta forma han llegado hasta nosotros. Existe una gran concentración en el valle del Guadalquivir. En la zona sur y centro de la península es donde se han encontrado la mayoría de ellos. Por el norte no hay documentación hasta el momento.

La mayoría son esculturas hechas en piedra caliza -se conoce un ejemplar de mármol, en Mérida-, y podrían estar estucados para mejorar su apariencia. El pelo se puede encontrar trabajado de diversas formas. Una melena del tipo radial tiene un ejemplar encontrado en Cádiz, en Punta de Vaca, en las excavaciones llevadas a cabo por Pelayo Quintero Atauri, en las primeras décadas del pasado siglo. Es el más antiguo de los conservados en el museo. El de la fotografía es el que está expuesto en el Museo de Cádiz y procede de El Bosque.

La tipología de los leones responden a dos tipos bien diferenciados; el primero se encuentra echado sobre tierra y el segundo agazapado, echado por la parte delantera y levantado por la trasera. Son muy numerosos los que apresan la cabeza de una pieza con sus garras. La presa puede representar desde una cabeza humana hasta cabezas de carnero, ciervo o toro.

domingo, 24 de octubre de 2010

Dama de La Algaida

Este domingo, Manuel J. Parodi Álvarez nos deleitó con una conferencia en la que la pieza del mes, una terracota que representa una figura femenina sosteniendo un niño, fue la base para dar un recorrido por los antecedentes históricos de la zona del yacimiento –Santuario de La Algaida, (Sanlúcar de Barrameda)-, por las fuentes clásicas y por la simbología de la pieza, recurrente desde la Antigüedad.

Apareció en la campaña de excavaciones practicada entre los años 1978 y 1984, donde apareció también el pebetero del que hablamos en el mes de mayo. Parece ser que la zona era un área sagrada a cielo abierto, un bosque sagrado. Su dedicación a una diosa femenina –Astarté posiblemente- y su relación con el entorno marítimo, como protectora de la navegación, explica este tipo de exvotos. El santuario, a juzgar por los numerosos materiales que se hallaron en él, pudo recibir culto desde el siglo V a.C. hasta el III-II a.C. y a esta pieza se le pueda aplicar igual cronología.

Esta estatuilla realizada en arcilla, con molde, de unos 21 cm. de alto, puede proceder de un taller occidental –sito en Cádiz o en la bahía- que satisficiera la demanda de exvotos. En Cádiz, recientemente, ha aparecido una pieza similar aunque partida –sólo se conserva la parte superior, correspondiente a ambas cabezas- y son prácticamente idénticas.

domingo, 26 de septiembre de 2010

Sarcófago antropoide femenino

Hoy se cumplen treinta años del descubrimiento del sarcófago antropoide femenino. Para celebrarlo, el Museo de Cádiz lo ha tenido muy en cuenta en su programación de este mes. Entre los actos y actividades programadas, Ramón Corzo –uno de los protagonistas en aquella fecha- ha rememorado las circunstancias del hallazgo en su conferencia correspondiente a la pieza del mes, que no podía ser otra que el sarcófago fenicio.

Nos contó cómo fue una gran sorpresa hallar otro sarcófago y encontrarlo en un lugar –un solar de unos 2.000 m2 – en el que las correspondientes catas no indicaban la presencia de restos arqueológicos, ya que se constataba un subsuelo de arena limpia. Por eso ya actuaban las máquinas que retiraban el terreno para la cimentación del nuevo edificio y una de ellas fue la que partió la parte baja del sarcófago y lo encontró al mismo tiempo.

Tras una minuciosa limpieza, que se efectuó en el Museo, en el interior se encontraron restos del tejido que envolvió el cuerpo, un escarabeo representando un joven disparando con una onda y cinco colgantes con forma de cobra pertenecientes a una pulsera. También se hallaron unas pestañas de bronce y cuatro clavos del mismo material que pudieran cerrar una estructura de madera.

Sobre la forma de este tipo de sarcófagos, Corzo indicó que tienen un origen egipcio y mostró una serie de ellos, donde en la tapa además figuran unas inscripciones jeroglíficas. Éstas pedían que no se profanara -ya que no había nada de valor- y respetaran su descanso. Esta tradición la recogen también los fenicios ya que los dos sarcófagos gaditanos contenían un ajuar bastante escaso.

Los sidonios encargaron la realización de este tipo de sarcófago a los artistas griegos, más cercanos y seguramente más económicos. Resulta así un trabajo griego pero con las características egipcias; forma humana con el rostro del personaje. Lo que sí es muy singular es la decoración de la tapa, que tiene labrado además de la cabeza con un peinado típico de bolas jonio, los brazos –sujetando uno de ellos un alabastrón-, los pies y excepcionalmente también los senos, correspondientes a la figura femenina representada.

Con el aforo completo –nunca he visto cosa igual- y un gran ambiente en el Museo, se celebró así el particular aniversario del descubrimiento de una de las piezas más emblemáticas de la arqueología de Cádiz.

domingo, 19 de septiembre de 2010

Jesús descendido de la Cruz (Pedro de Campaña)

Estando a las puertas de un nuevo ciclo de conferencias sobre la pieza del mes del Museo de Cádiz -acto que me gusta reseñar en este blog- quiero que figuren también algunas obras que fueron tratadas antes de abrir “Arte en Cádiz”

Esta pintura fue comentada en el Museo de Cádiz, en diciembre de 2009, por el Catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Sevilla y autor del libro "Pedro de Campaña", Enrique Valdivieso González. Como experto en el tema, ilustró la conferencia con interesantes datos de la vida y obra del artista. Pedro de Campaña, flamenco de Bruselas, está documentado en Sevilla desde 1537. Su período más importante va de 1530 a 1560. Antes de aparecer la figura de El Greco, se le puede considerar como el mejor pintor de los que trabajaban en España en esa época. Es el que primero expresa sentimientos y plasma los primeros paisajes en la pintura sevillana. También en los retratos.

Continuó comentando nuestra obra, un óleo sobre tabla –toda su pintura es en tabla- destinada a la iglesia de Santo Domingo de Sanlúcar de Barrameda. La pintura se puede fechar en 1556 y fue un encargo del Duque de Medina Sidonia para el retablo mayor de su capilla funeraria. Era habitual esta temática de escenas de Pasión o Resurrección para las capillas funerarias. Esto nos hace reflexionar cómo los nobles además de gozar de una vida privilegiada, también a la hora de la muerte, querían reposar en un lugar dignísimo y con la celebración en dicha capilla de misas diarias por su alma.

Este es uno de sus últimos trabajos en Sevilla para la Casa de Medina. La obra debió permanecer en Sanlúcar de Barrameda hasta la desamortización.

Otros datos muy interesantes que Valdivieso aportó son los referentes a la entrada del cuadro en el Museo de Cádiz. Llegó en 1853 en un estado calamitoso. En 1874 se le practicó una pésima restauración. Parece en algunas zonas muy fregado -antiguamente se limpiaban con estropajo y jabón- pero afortunadamente en 2002 se restauró con gran acierto.

domingo, 5 de septiembre de 2010

Azulejos de Delft (Convento de Santa María)

Se ha escrito mucho y bien sobre la historia y calidad de los azulejos de Delft que decoran la capilla del Nazareno en el convento de Santa María. Quiero desde aquí aportar mi granito de arena para apreciarlos y valorarlos más si cabe. En el Museo Nacional del Azulejo de Lisboa, ciudad donde el azulejo desde hace siglos ha jugado y juega un papel importantísimo, en una de sus salas, se encuentra este panel de azulejos de Delft, del mismo tipo que los de Cádiz, representando las mismas escenas. Provienen del Palacio Melo (Lisboa) y están enmarcados con azulejos portugueses, recordándonos que del mismo modo en los de Cádiz lo enmarcan azulejos españoles, concretamente sevillanos, con la cruz de Jerusalén.

Se observan algunas ligeras variantes en el dibujo. Estas pequeñas diferencias también las podemos observar entre los de Cádiz, donde en una pared podemos ver una escena repetida hasta tres o cuatro veces y ninguna es exactamente igual.


En el panel de Lisboa, los azulejos están ordenados siguiendo la secuencia del Antiguo y del Nuevo Testamento. En concreto las dos últimas filas reflejan la pasión de Cristo desde su entrada en Jerusalén. Los de Cádiz no están ordenados cronológicamente, quizás por ser mayor la superficie que ocupan, por las vicisitudes que han pasado a través de los siglos y porque existen azulejos no sólo bíblicos sino de varias series (personajes, paisajes...)
Los que sí parecen ser expresamente hechos para el encargo de Cádiz, son los que tienen inscripciones en armenio o nombran a los donantes y la fecha.
Como decía anteriormente, podemos ver en los azulejos de la capilla del Nazareno algunos repetidos. Termino con este curioso ejemplo del azulejo donde aparece el apellido de la familia armenia donante, Zúcar, fechado en 1670, figurando arriba de cada nombre la representación iconográfica del santo correspondiente. Así, arriba de David está el Rey David (representado con la corona y con el arpa). Encima de Pablo, San Pablo (con la espada) y el correspondiente a Iacob -de Iacobus; Santiago en latín-, el apóstol Santiago (representado como peregrino con sombrero y bastón.
Sin embargo en este otro fechado un año después, en 1671, tiene el orden totalmente cambiado, no correspondiendo las figuras -cuyo dibujo también han cambiado sustancialmente- con el nombre que tiene debajo.

domingo, 1 de agosto de 2010

Imaginería de San José (VII)

Monasterio de Nuestra Señora de la Piedad (Descalzas)
 
Perteneciente a la Orden de Franciscanas Concepcionistas Descalzas, se fundó a mediados del siglo XVII y el aspecto actual responde a una reforma realizada un siglo después. Es una comunidad muy querida en Cádiz y mantienen un obrador de repostería donde elaboran una gran variedad de dulces muy apreciados en la ciudad. En la iglesia podemos encontrar dos representaciones de San José. La primera se encuentra en el ámbito reservado a las religiosas, delante del lienzo que representa a la Virgen del Carmen pintado por Pedro del Pozo a mediados del siglo XVIII. Es una preciosa talla con un estado de conservación propio del cuidado que gozan las obras de arte en los conventos de clausura. 

L
a segunda está más escondida y no se puede ver desde los bancos que ocupan los fieles. En una hornacina situada en el presbiterio, tras un cristal, tenemos un grupo escultórico de la Sagrada Familia, atribuible a La Roldana.
Tras el Concilio de Trento, San José ocupa un papel más importante, y en relación a esta revalorización, surge el nuevo tema iconográfico de la Sagrada Familia, que queda reducida a la Virgen, el Niño y San José (1)

En las obras de La Roldana, a su valía como escultora habría que añadir su sensibilidad femenina que le lleva a representar con gran ternura y reflejando fielmente los gestos y expresiones de un niño y, como podemos ver en otras obras de pequeño formato, los momentos cotidianos de estas relaciones familiares. En algunas tiene también San José bastante importancia, recibiendo a veces al Niño tras sus primeros pasos o como en este caso que lo tiene en sus brazos y va a entregárselo a la Virgen. Es de destacar la figura del Niño y la torsión de su cuerpo en actitud de querer ir hacia su madre.
Nota: Quiero expresar mi agradecimiento a la comunidad de religiosas y en especial a la Madre Abadesa, que me permitieron muy amablemente acceder a estas obras para poder fotografiarlas.



(1) Cantera Montenegro, Jesús. El mensaje del arte religioso después del Concilio de Trento, pág 158.“La Iconografía en la enseñanza de la Historia del Arte” Ministerio de Educación 2001

Iglesia de San Agustín

No es esta iglesia su lugar de origen ni este retablo el adecuado, ya que le queda algo pequeño, sobresaliendo las peanas de la base del retablo. Procede del convento de la Candelaria, de monjas agustinas, que existía en la hoy plaza de Candelaria y que fue fundado en el siglo XVI. 

En él residía una cofradía gremial, de los carpinteros, los cuales evidentemente tenían a San José como patrono. La reconstrucción del convento a finales del siglo XVII llevó a la cofradía a residir en la parroquia de San Antonio.

Ubicados de nuevo en el convento de la Candelaria, a mediados del siglo XVIII, concretamente en 1752, encargan estas imágenes al genovés Antonio Molinari. 

Convento de Nuestra Señora del Carmen

Este San José con el Niño ocupa la amplia hornacina del retablo rococó realizado por Gonzalo Pomar a mediados del siglo XVIII, situado en el testero del lado izquierdo del crucero.

El grupo escultórico es de escuela genovesa –atribuible al taller de Maragliano- y realizado en el primer tercio del siglo XVIII. Del tipo itinerante, refleja el papel de guía de San José.

Es una de las mejores esculturas genovesas dentro del amplio repertorio que tenemos en la ciudad. Así lo expresó también el prior de los Carmelitas Descalzos de Sevilla, P. Fr. Juan Dobado Fernández, en su conferencia titulada “Piedad y arte en el Carmen gaditano”, que formó parte del ciclo de conferencias que tuvieron lugar el pasado año con motivo del bicentenario de la consagración del templo carmelitano (1).

Es esta versión, en la que el Niño va caminando a su lado cogido de la mano, la que abanderaron los carmelitas descalzos y que en este templo del Carmen de Cádiz tiene como ejemplo esta magnífica talla que presenta una riquísima policromía y estofado. 



(1) El Nuncio Apostólico en España, Pedro Gravina, consagró esta iglesia el 29 de junio de 1810, "a honor de la Sagrada Virgen María del Monte Carmelo".

martes, 13 de julio de 2010

Imaginería de San José (VI)

Parroquia de Nuestra Señora del Rosario

Este magnífico San José, de mediados del siglo XVIII, escuela genovesa, se encuentra en el retablo del lado izquierdo del crucero. El retablo, realizado entre 1783 y 1786, sustituyó a otro barroco donde comenzaría el culto a esta imagen, promovido por una de las hermandades y cofradías que radicaba en este templo; la Esclavitud del Señor San José.
Existía un grupo inicial de devotos de San José que venían rindiéndole culto en la parroquia desde hacía algún tiempo. La Junta fundacional tuvo lugar el 29 de junio de 1738. Tras elegir a la primera Junta rectora -en su mayoría comerciantes-, aprueban las Constituciones que se les presentan ya redactadas (1) y acuerdan su impresión. Son aprobadas por el obispo Fr. Tomás del Valle. En su introducción explica que la idea surge de los feligreses de la parroquia (2) como gratitud a los beneficios y la prosperidad de Cádiz (3)
Este carácter burgués y de prestigio social que le confieren sus miembros hizo que la Esclavitud despertara gran expectación en los ámbitos sociales y eclesiásticos, ya que inmediatamente ingresaron en ella importantes personalidades e instituciones religiosas.
De la importancia que tuvo tener una hermandad que impulsaba la veneración a esta imagen, dan testimonio estos libros –de una colección particular- uno impreso en Sevilla en 1758 y el otro en Cádiz en 1777, en los que un miembro de la Esclavitud patrocina un devocionario y lo dedica a la admirable imagen, que se venera en la Iglesia Auxiliar de Nuestra Señora del Rosario.

Bibliografía:
Artículo escrito por José María Rodríguez Díaz:
"Una aportación al estudio de la religiosidad de los Comerciantes de Indias. La fundación de la Esclavitud del Señor San José en la Parroquia de Nuestra Señora del Rosario de Cádiz".
Este artículo está incluido en el libro: “Felipe V de Borbón; 1701-1746” Actas del Congreso de San Fernando (Cádiz) de 27 de noviembre a 1 de diciembre de 2000. Coordinador José Luis Pereira Iglesias. Ayuntamiento de San Fernando, Fundación Municipal de Cultura y Servicio de Publicaciones de la Universidad de Córdoba. Córdoba 2002. Págs. 469-476


(1) Son una adaptación de la Esclavitud del Señor San José, de Madrid, fundada en 1711
(2) La Parroquia del Rosario ya está enclavada en esa época en pleno centro de la burguesía comercial. Su feligresía cuenta con gran número de Comerciantes de Indias.
(3) Hacía veinte años que se trasladó la Casa de Contratación a Cádiz y en esos momentos la ciudad se encuentra en pleno auge del comercio americano.

martes, 29 de junio de 2010

Pinturas del Carmen

En la iglesia del Carmen, en los muros de los arcos de entrada a las naves laterales hay una serie de cuadros dieciochescos sobre la vida de San Juan de la Cruz. Los pintores han recurrido en muchas ocasiones a grabados para inspirarse en la realización de una obra. Este es el caso de estas pinturas, que tienen como modelo los grabados que algunos años antes hiciera Matías de Arteaga y Alfaro para el libro Obras espirituales, por el extático y sublime Doctor místico, el Beato Padre San Juan de la Cruz, Sevilla, 1703. Esta es una de las fuentes iconográficas más seguidas por los escultores y pintores andaluces que representan temas sanjuanistas, que en muchos casos son versiones fidelísimas de los grabados (1)

El que traigo como ejemplo nos muestra la muerte de San Juan de la Cruz, y como se puede ver es casi una copia exacta del grabado de Arteaga.
La escena representa la muerte de San Juan de la Cruz abrazando un crucifijo y el momento cuando en la habitación surgió un gran resplandor, a manera de sol, en el que se veía al santo renaciendo a mejor vida.
Se trata de una iconografía muy utilizada en el barroco, la cual estaba destinada a reflejar mediante el nacimiento de una nueva estrella o un nuevo sol el gozo de la vida celestial o el paso a la otra vida del personaje al que se dedicaba (2)

(1) Moreno Cuadro, Fernando. Grabados andaluces de San Juan de la Cruz. Publicaciones del Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Córdoba, pág. 12
(2) Ibídem; pág 122

domingo, 6 de junio de 2010

Bustos relicarios

La Hermandad de la Santa Caridad nos deleita cada año con un altar para el Corpus, donde se esmeran, como no podía ser menos, en buen gusto y en sacar sus mejores galas y tesoros para tan magno acontecimiento.
Ocupando todo el hueco de la puerta de entrada de la iglesia de San Juan de Dios, el de este año mostraba una colección importante de su patrimonio. Además del ostensorio de plata dorada decorado con pedrería, del siglo XVIII, a cada extremo de la mesa de altar se disponían los bustos relicarios en plata de San Dionisio y San Blas, fechados en 1787, piezas relevantes de la platería en Cádiz.

Su inclusión en este altar es muy acertada, ya que estos bustos relicarios eran objetos de pública exposición en el altar mayor de los templos respectivos durante la octava del Corpus y tomaban parte en las espectaculares procesiones celebradas para honrar el dogma eucarístico (1)
Originariamente el destino de estos bustos de plata, «bustos relicario», «cabezas» o «testas» como más frecuentemente aparecen citadas en los documentos de la época, era guardar una reliquia del santo al que representan consistente en un trozo de hueso de la cabeza (para los huesos del brazo se labraron otras piezas en forma de brazo, y para los de otras partes, simplemente relicarios en forma de caja, manifestador o armario, y muy raramente alguno en forma de dedo) Con el tiempo se labraron bustos con otras reliquias, o sin contener ninguna, simplemente como ornato (2)
(1) Criado Mainar, Jesús: “La tradición medieval en los bustos relicarios”
(2) Arco y Garay, Ricardo del: «Los bustos relicario”

domingo, 30 de mayo de 2010

Pebetero

La Directora del Museo de Almería, Ana Navarro Ortega, nos habló este domingo en “la pieza del mes” del pebetero con forma de cabeza femenina hallado en La Algaida (Sanlúcar de Barrameda) en las excavaciones realizadas durante seis años (1978-1984) y concretamente en la zona del santuario.

Realizada en arcilla, tiene unas medidas de 17 cm. de alto y 9 cm. de ancho. Está reconstruida en gran parte y hueca en su interior. Su cronología nos lleva a incluirla entre el siglo IV-III a.C.

La finalidad de estas piezas era en un principio de la quemadores de esencias o perfumes. Otros autores dicen que posteriormente pierden esa función y se convierten en piezas votivas. Son introducidas en la península con unos moldes que paulatinamente van cambiando y adaptándose a los gustos locales. En Cádiz han aparecido varios fragmentos de este tipo de piezas en contextos de hornos y en otros yacimientos como zona de necrópolis y en la Casa del Obispo.

Nos comentaba Ana Navarro, que sobre la cabeza se sitúa una cazoleta en forma de corona, a veces con decoración (espigas con frutos o aves enfrentadas) y que suelen aparecer en contextos sagrados. Las divinidades con las que pueden estar relacionados serían Astarté (fenicia) o Tanit (púnica). Al finalizar la conferencia, tras las preguntas y a modo de resumen, lo que sí parece claro es que estas piezas tienen bastante relación con la mujer, la fertilidad, las cosechas y las ofrendas hechas para que estos aspectos fueran favorables.

domingo, 23 de mayo de 2010

Imaginería de San José (V)


Parroquia de San José

Este templo fue edificado en 1787 como parroquia del núcleo urbano de extramuros que se empezaba a gestar. En esta iglesia encontramos dos imágenes de San José. El primero, de mármol, se encuentra en la hornacina de la fachada de la iglesia.

El obispo José Escalzo y Miguel llamó a Cosme Velázquez, autor de la imagen, para ejecutar las obras de esculturas y retablos de la nueva parroquia de San José. Todas se perdieron cuando incendiaron el templo en 1936.

El San José que está en el interior, preside el retablo mayor y es una obra genovesa de mediados del siglo XVIII. Como decía, el templo, incendiado en 1936, perdió todos sus retablos. Actualmente las imágenes que contemplamos en las naves están situadas en hornacinas y son en su mayoría de moderna factura, aunque hay algunas tallas antiguas de distinta procedencia. 

Además de la imagen josefina que nos ocupa -que estaba en Capuchinos-, el retablo mayor es del siglo XVII y estuvo en varios lugares; fue el primero que tuvo el Nazareno de Santa María, posteriormente, en el siglo XVIII, pasó a Capuchinos y ahora enriquece con su presencia esta sufrida iglesia de San José.

Oratorio de San Felipe Neri

Este oratorio perteneció a los filipenses y sus obras terminaron en 1719.Posteriormente, uno de los artistas que trabajó en su interior fue José Montes de Oca, que realizó los altorrelieves que hay a los pies del templo; la Epifanía y la Encarnación.

El grupo escultórico de la Adoración de los Magos, lo realizó en 1728, y nos muestra un San José que en segundo plano contempla los presentes que recibe el Niño.

Iglesia de la Conversión de San Pablo

En un retablo neoclásico -como todos los del templo, tras la profunda reforma de Torcuato Benjumeda en 1787- se encuentra este San José de escuela genovesa y de finales del siglo XVIII.

Como imagen para vestir, es destacable la colección de túnicas bordadas que posee, gracias al patrocinio que tenía sobre ella la Hermandad de Nuestra Señora del Sagrario de Toledo, propietaria del retablo y del San José.

Además, el retablo está enriquecido con dos pinturas, una en el banco que representa el tránsito de San José y otra en el ático donde figura la imposición del collar a Santa Teresa. Las pinturas son atribuibles Franz Xavier Riedmayer, pintor alemán que residía en Cádiz y que trabajó para importantes encargos en la ciudad a finales del setecientos.

Tránsito de San José

Imposición del collar a Santa Teresa

domingo, 25 de abril de 2010

Floristas (Joaquín Sorolla)

El Museo de Cádiz ha ofrecido hoy, en la pieza del mes, la oportunidad de conocer una obra de su importante pinacoteca; “Floristas” de Joaquín Sorolla. El encargado de la presentación de esta pieza ha sido el Profesor Fernando Pérez Mulet, que demostró su conocimiento sobre el pintor y su trayectoria –mostrando varias de sus obras- y sobre todo, lo que es muy de agradecer y que debe ser esencial en este tipo de conferencias: que trató y comentó la pintura en cuestión.
Miré en el catálogo del entonces Museo de Bellas Artes de Cádiz de 1952, realizado por D. César Pemán y Pemartín, Director del Museo, y en el catálogo del luego llamado Museo Provincial de Cádiz, que es una reedición del anterior. En ambos aparece catalogado con el número 431 como se puede ver arriba de la pintura, y con el título “Figuras bajo un emparrado”. La descripción del catálogo dice así; Dos mujeres arreglan flores en una mesa, una tercera tiene un niño en sus brazos, mientras un hombre da de beber a una caballería el agua extraída de un pozo. En primer término unos patos. Firmado: Sorolla 1891. T. 0,255 x 0,345 m. Interesante por su temprana época. A pesar de se pequeño tamaño y minuciosa factura revela ya un concepto y un modo de tratar en grande el asunto: el color del mayor interés para el estudio de la evolución del maestro valenciano.

El Profesor Fernando Pérez Mulet nos ha enriquecido esta información, añadiendo que en la tablita vemos a un Sorolla joven, conformando su estilo, en una etapa de formación previa que llevaba una vía que rompió a raíz de su estancia en Jávea y que deparó otra estética (luz levantina, blancos y azules, luminista) De todas formas, desde un inicio se comprueba cómo era un consumado técnico y conocedor de la estructura de un cuadro.

La temática es la propia de la pintura de este periodo. El costumbrismo está muy de moda porque la burguesía compra este tipo de pintura para decorar sus casas y disfrutar así cómodamente de unos sitios y ambientes que están distanciados de la ciudad y sin los inconvenientes para acceder a ellos.

Además la fotografía, que capta también esos ambientes, va muy unida a la pintura. De hecho el cuadro tiene una visión fotográfica, donde se puede apreciar unos 3 ó 4 metros de profundidad de foco. El pilar marca la distancia entre el brocal y el otro plano con las floristas. El emparrado está hecho con pequeñas pinceladas para indicar que hay una luz fuera que entra entre los pequeños huecos que deja e ilumina el cuadro con sus tonalidades.

Por último me interesó mucho saber que el cuadro una vez pintado, en 1891, fue presentado a una exposición gaditana y ese mismo año se compró con fondos provinciales para enriquecer el museo gaditano. Con él se completa una galería de artista locales y nacionales de gran nivel.

martes, 23 de marzo de 2010

Jarras almohades

Jarras almohades de transporte comercial de aceite

El pasado domingo 21 de marzo, tuvo lugar en el Museo de Cádiz la conferencia correspondiente a la pieza del mes, tratando en esta ocasión sobre estas jarras que se encuentran en los fondos del Museo y que gracias a esta actividad se podrán contemplar durante un mes.

Aparecieron en las excavaciones del Teatro Romano de Cádiz. El conferenciante, Fernando Amores Carredano, arqueólogo y profesor titular del Departamento de Arqueología y Prehistoria de la Universidad de Sevilla, disertó sobre los distintos tipos de envases cerámicos que a través de los siglos han servido para transportar el aceite y en concreto sobre este tipo de piezas almohades de las cuales se está empezando a profundizar.

De la conferencia, que me gustó mucho, aunque centrada totalmente en historia y yacimientos de Sevilla, me quedó la desilusión de que terminó sin hablar para nada del hallazgo de estas jarras en el Teatro Romano - cosa que en mi opinión era fundamental y que a todos nos interesaba conocer para aprender más de nuestro patrimonio -. Al terminar se le preguntó sobre el tema sin obtener una respuesta satisfactoria, pero gracias a que estaba entre el público uno de los arqueólogos protagonistas del hallazgo, pudo aclarar brevemente que se produjo en las excavaciones realizadas a finales de los años noventa y que aparecieron en el graderío del teatro, bajo el patio de una vivienda. Su datación las colocaba en el siglo XIV, ya que bajo éstas aparecieron otros hallazgos almohades del siglo XIII.

Posteriormente esto provocó un interesante debate que hace de estas conferencias una de mis citas favoritas para la mañana de un domingo de cada mes.

viernes, 19 de marzo de 2010

Imaginería de San José (IV)


Hospital de Mujeres 

Otro gran legado del obispo Lorenzo Armengual de la Mota para la ciudad de Cádiz. Un establecimiento de beneficencia, joya del barroco gaditano por varios motivos; la fachada, la escalera imperial, la capilla. En esta última podemos encontrar además un Greco, perteneciente a la colección particular del obispo.

La capilla es de planta de salón dividida en tres naves. En el primer retablo de la nave del evangelio se encuentra un Nacimiento, grupo escultórico de mediados del siglo XVIII y de escuela genovesa, donde se encuentra este San José que luce resplandeciente después de la profunda restauración que ha tenido toda la capilla.

Iglesia de Santiago

El San José de la iglesia de Santiago se encuentra ubicado en una hornacina del grandioso retablo mayor, obra de Alejandro Saavedra (siglo XVII). Concretamente se sitúa en la hornacina del primer cuerpo a la izquierda. Es una obra del siglo XVII y atribuible a José de Arce. Junto con las demás imágenes del retablo, forman un programa iconográfico sobre la familia de María.

Este templo, que en su origen fue una ermita dedicada a Santiago y de la cual tomó nombre uno de los primeros arrabales de la ciudad, fue reedificada a partir de 1635 convirtiéndose en la soberbia iglesia que podemos contemplar hoy. 

Catedral

Este San José, que se encuentra en un lateral de la capilla de San Juan Bautista de la Salle, cuenta con una característica sorprendente; es una obra dieciochesca de escuela sevillana, estofada y policromada, pero está repintada para imitar mármol.

Como la Catedral de Cádiz se empezó a levantar en 1722 -época de pleno esplendor comercial- y su construcción fue sufriendo los diversos avatares históricos y económicos, al final, de todos los retablos proyectados en mármol sólo se llegó a materializar uno. Ya en el siglo XIX, había que terminar la obra como fuera y también dotarla del lógico contenido religioso y artístico. Para ello se dispuso de obras de variada procedencia y otras encargadas expresamente.

Lo penoso es que algunas obras barrocas -no sólo este San José- sufrieran este repinte en blanco con unas miras supuestamente estéticas de igualar o intentar mostrar un entorno en el que debería haber predominado el mármol, tanto en arquitectura como en escultura, cuando las circunstancias económicas no lo permitieron. En la foto se aprecia cómo está latente el estofado, que parece querer salir de nuevo para mostrarse en todo su esplendor. 

Imaginería de San José (III)


Capilla de Nuestra Señora de La Palma

Corazón del barrio de La Viña y sede canónica de la Virgen de La Palma, intercesora de su barrio al detener, a pocos metros de la iglesia, el maremoto que sufrió Cádiz el 1 de noviembre de 1755.

La capilla tiene planta circular y en una hornacina se encuentra la imagen de San José, de escuela genovesa y de mediados del siglo XVIII.

Iglesia de Santa Catalina

Esta iglesia, antigua capilla de la V.O.T. de Capuchinos, es el único testimonio que queda del histórico Convento de Capuchinos, donde Murillo pintó su último trabajo. 
Edificado a mediados del siglo XVII, se mantuvo en pie hasta principios de los años 80 del pasado siglo. La dejadez en la que estuvo varios años y su inexplicable derribo, supone una de las pérdidas más lamentables del patrimonio gaditano.

La iglesia es de una nave y el San José se encuentra en una hornacina en el lado izquierdo. Es de escuela genovesa, de mediados del siglo XVIII
Parroquia de San Lorenzo

Edificio construido por iniciativa del obispo Lorenzo Armengual de la Mota como ayuda de parroquia para el barrio de la Viña.

Este obispo tuvo mucho que ver en la creación de importantes edificios religiosos en Cádiz y en el enriquecimiento artístico del barrio de San Lorenzo.

La imagen de San José se encuentra en el crucero, en un magnífico retablo barroco, situado en el colateral del lado de la epístola. Es de escuela genovesa, de mediados del siglo XVIII.

lunes, 15 de febrero de 2010

Imaginería de San José (II)


Convento de Santo Domingo

En el Barrio de Santa María se encuentran varias de las imágenes más señeras de Cádiz. En la iglesia del convento de Santo Domingo, por ejemplo, es donde se venera la patrona, la Virgen del Rosario.

A ambos lados del crucero se encuentran dos retablos dieciochescos. En el testero izquierdo está el retablo de San José, realizado en madera tallada y policromada.

La imagen es de escuela genovesa y de mediados del siglo XVIII. 

Iglesia de la Merced

La iglesia de la Merced fue incendiada en los años de persecución religiosa previos a la guerra civil.

La Virgen del Rosario, patrona de Cádiz, fue quemada en 1931. La Copatrona, la Virgen de la Merced, desapareció también junto con toda la iglesia -la actual es de nueva planta- en 1936.

Las consecuencias de aquel atentado es que la nueva iglesia carece de retablos y gran parte de las imágenes -como el San José- son modernas y realizadas en serie por talleres religiosos.

Convento de Santa María

El San José de la iglesia del Convento de Santa María se encuentra en la capilla del Nazareno.

En 1936 asaltaron el templo y, a diferencia de la iglesia de la Merced que fue incendiada por completo, derribaron las imágenes de sus retablos para quemarlas en la calle. Así se perdió la antigua talla de San José que era de mediados del siglo XVIII.

La talla actual es una imagen de los talleres de Olot y ocupa la hornacina del retablo realizado por Julián Jiménez en 1760. A la izquierda se puede ver parte del zócalo de azulejos de Delft del siglo XVII.

domingo, 14 de febrero de 2010

Imaginería de San José (I)


Parroquia de Santa Cruz

La Parroquia de Santa Cruz fue el primer templo de Cádiz y antigua Catedral. Su origen se remonta a la conquista de la ciudad en el siglo XIII. Se la conoce como Catedral Vieja.

La imagen de San José se encuentra a los pies de la iglesia, a un lado de la puerta principal, junto a los restos conservados más antiguos del templo.

La talla, del siglo XVIII, nos ha llegado sin el Niño que tendría en sus brazos y al que dirigiría su mirada.

Aunque posteriormente se le ha incorporado un Niño, mantengo esta fotografía para poder contemplar mejor sus características.

Iglesia de San Juan de Dios

La iglesia tiene su origen en una ermita que existía en ese lugar desde finales del siglo XV. Desde entonces, han existido hermandades con vocación benéfica, como la Hermandad de la Santa Caridad, fundando al poco tiempo un hospital.

En el siglo XVII se hizo cargo de la iglesia y hospital la Orden de San Juan de Dios. La Hermandad de la Santa Caridad actualmente sigue activa y con muchos proyectos para conservar su riquísimo patrimonio.

Esta imagen se encuentra en el lado derecho del crucero, en un retablo de mármol neoclásico, y es de escuela genovesa de mediados del siglo XVIII.

Real Capilla del Pópulo

La capilla, dedicada a Nuestra Señora del Pópulo, obtiene el título de Real por estar edificada sobre la principal puerta de entrada de la muralla medieval de la ciudad.

Todo ese recinto medieval es en la actualidad el barrio del Pópulo.

La imagen es de escuela genovesa de mediados del siglo XVIII, atribuible a Doménico Giscardi, y fue colocada en el retablo mayor, en las hornacinas laterales creadas en el primer cuerpo, tras la reforma que sufrió el retablo en esa misma época al sustituir las pinturas originales por las tallas de San José y San Saturio.

Moisés ante la roca de Horeb

En Cádiz he localizado dos versiones de la pintura de Murillo "Moisés ante la roca de Horeb", obra que se conserva en el Hospital...