Pebetero
Realizada en arcilla, tiene unas medidas de 17 cm. de alto y 9 cm. de ancho. Está reconstruida en gran parte y hueca en su interior. Su cronología nos lleva a incluirla entre el siglo IV-III a.C.
La finalidad de estas piezas era en un principio de la quemadores de esencias o perfumes. Otros autores dicen que posteriormente pierden esa función y se convierten en piezas votivas. Son introducidas en la península con unos moldes que paulatinamente van cambiando y adaptándose a los gustos locales. En Cádiz han aparecido varios fragmentos de este tipo de piezas en contextos de hornos y en otros yacimientos como zona de necrópolis y en la Casa del Obispo.
Nos comentaba Ana Navarro, que sobre la cabeza se sitúa una cazoleta en forma de corona, a veces con decoración (espigas con frutos o aves enfrentadas) y que suelen aparecer en contextos sagrados. Las divinidades con las que pueden estar relacionados serían Astarté (fenicia) o Tanit (púnica). Al finalizar la conferencia, tras las preguntas y a modo de resumen, lo que sí parece claro es que estas piezas tienen bastante relación con la mujer, la fertilidad, las cosechas y las ofrendas hechas para que estos aspectos fueran favorables.
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