Cabeza de San Juan Bautista
Al hilo de lo que comentaba en la anterior entrada sobre el Niño Jesús de la Santa Cueva, esta cabeza de San Juan Bautista atribuida a Torcuato Ruiz del Peral (1) -escultor granadino del siglo XVIII- realizada en terracota policromada, también estuvo expuesta en la Santa Cueva, donde el fundador -el Padre Sáenz de Santa María- la colocó en el otro altar y curiosamente también siguió el mismo camino que la talla del Niño; en este caso el dramatismo de la obra inspiraba la curiosidad de los fieles que se acercaban a contemplar ese realista rostro. El Marqués de Valde-Iñigo, siempre velando por evitar las distracciones de los fieles y procurando mantener un ambiente de recogimiento propicio para la penitencia -no olvidemos que era muy solicitado como confesor y para confesarse con él se formaban largas colas que llegaban hasta la calle e incluso daban la vuelta a la esquina-, también retiró esta cabeza que regaló a los Padres Filipenses (2) Actualmente la podemos contemplar en la i