martes, 13 de diciembre de 2011

Hornacina de Servitas

Durante todo el año, a cualquier hora del día, al acercarnos por la iglesia de San Lorenzo, podemos contemplar en su hornacina de la calle Sagasta a la primera titular de la Orden Servita, talla de candelero realizada por José Montes de Oca en 1729. 
Aunque fue reemplazada en la segunda mitad del siglo dieciocho por la actual titular, de escuela genovesa, lejos de caer en el olvido ha mantenido siempre un papel importante dentro de la Orden. Cada año, el día 15 de agosto, sale en Rosario de la Aurora por las calles de su feligresía. 
Es un lujo y una fortuna el que se haya conservado y se mantenga al culto esta imagen. Según el pequeño azulejo que se encuentra a la derecha de la hornacina, conmemorativo del cincuenta aniversario de esta ubicación, la Virgen está expuesta a pública veneración desde el 28 de julio de 1939.

sábado, 3 de diciembre de 2011

San Anastasio

En la iglesia del Carmen, en el retablo existente a los pies de la nave de la epístola, encontramos sobre la mesa de altar esta pintura de la cabeza de San Anastasio, monje y mártir. La razón de aparecer en esta iglesia la aclara la leyenda que figura bajo la cabeza, que especifica “Ord. Carm.” refiriéndose a la Orden Carmelita, y es que San Anastasio ha figurado desde hace siglos dentro del santoral de la Orden.
Durante la Edad Media, y más recientemente en los siglos XVII y XVIII -fecha esta última del retablo y la pintura-, seguía siendo muy venerado y su imagen aparecía frecuentemente en grabados y medallas religiosas, ya que era invocado contra el demonio y en la enfermedad. Generalmente se representa su cabeza cortada y bajo ella -o en el reverso si se trata de medallas- aparece una leyenda donde se especifica que las actas del segundo Concilio de Nicea atestiguaban su intercesión contra esos males. Este Concilio celebrado en el año 787, defendió el culto a las imágenes sagradas frente a los iconoclastas, lo que favorecía la difusión de la imagen del Santo y su popularidad.
Como ejemplo traigo esta medalla religiosa del siglo XVIII, procedente de una colección particular, en la que aparece su cabeza y la leyenda S.(San) ANAS.(Anastasio) MON.(monje) ET (y) M.(mártir)
Resumidamente, los datos sobre su vida (1) nos llevan a su época de soldado en el ejército sasánida de Cosroes II, rey que en el 614 conquistó Jerusalén y se llevó como trofeo la cruz de Cristo a Persia. Como soldado, le llamaba poderosamente la atención que este objeto fuera venerado por los cristianos ya que era un instrumento de tortura y muerte. Como mago e hijo de mago, también le interesaba la cruz como instrumento mágico que obraba milagros. Su curiosidad le llevó a instruirse en la religión cristiana y posteriormente a su conversión. Abandonó el ejército y se trasladó a Jerusalén donde se bautizó, cambiando su nombre de Magundat a Anastasio y convirtiéndose en monje. Años más tarde fue a predicar la doctrina cristiana por Palestina donde fue apresado y sometido a torturas. Finalmente fue decapitado, en el año 627 (2), trasladándose posteriormente la cabeza junto con sus reliquias a la Abadía de las Tres Fuentes en Roma, lugar donde fue decapitado San Pablo.
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(1) Ribadeneira, Padre Pedro de. Flos Sanctorum o Libro de las vidas de los Santos. Madrid 1675. Pág. 118

(2) En la obra de Ribadeneira, aparece el año de 627 como la de su decapitación, pero suele aparecer en otras biografías actuales un año después, el 628. Para respetar la fuente de donde he sacado el texto, he optado por dejar la primera fecha.

viernes, 25 de noviembre de 2011

San Juan Bautista y San Juan Nepomuceno

En la, para mí, encantadora iglesia de San Juan de Dios, hay un retablo de mármoles genoveses del siglo XVII, del que hablaremos en una próxima entrada, pero que hoy debe aparecer brevemente ya que tiene que ver con el asunto que nos atañe. En las mejores guías de Cádiz se puede leer lo siguiente: "un retablo de mármoles italianos realizado a fines del siglo XVII, en el que se encuentra la imagen de candelero de la Virgen del Carmen y a sus lados las tallas barrocas de San Juan Nepomuceno y San Juan Bautista”

De esta relación, como se puede ver en la fotografía, solo queda la Virgen del Carmen en la hornacina central. Yo no recuerdo haber visto nunca esas imágenes que acompañaban a la Virgen, situadas en las hornacinas laterales. Esos santos fueron retirados del culto -no sé exactamente cuándo, pero hace bastantes años- y fueron sustituidos por las imágenes modernas que podemos contemplar; San Judas Tadeo a la izquierda y Santa Marta a la derecha. Seguramente se quitarían por seguridad, ya que son de pequeño formato y la iglesia estaba siempre muy poco vigilada, guardándose en las dependencias interiores junto con otras piezas artísticas que posee la Hermandad de la Santa Caridad.
El caso es que, después de tantos años desaparecidos, hace unos días al entrar en la iglesia, como hago a menudo, aunque nunca los había visto y no los conocía, me di cuenta enseguida que esas imágenes estaban de nuevo a la vista, aunque colocadas en otro retablo, el presidido por un lienzo de San Nicolás, que tenía dos espacios vacíos.
Se encuentran tal como los sitúo en las fotografías; San Juan Bautista a la izquierda y San Juan Nepomuceno a la derecha. Por la época del retablo y de las tallas, incluso pudiera ser este altar el suyo original.
Sean cuales sean los motivos de su desaparición y de su vuelta al culto, lo importante es que podemos disfrutar de nuevo de estas obras de arte y que la iglesia poco a poco va volviendo a recuperar su esplendor, contando de nuevo con piezas que estaban guardadas y con las restauraciones que se están llevando a cabo en otras.
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Nota : Esta entrada se la dedico especialmente a mi amiga Raquel Sigüenza, de la que estoy aprendiendo mucho sobre arte gracias a su blog y a la que deseo muchos éxitos en sus investigaciones, en especial la que está dedicando a uno de los santos que aquí han aparecido; San Juan Nepomuceno.

domingo, 13 de noviembre de 2011

Casa Pazos de Miranda

Edificio que Miguel de Olivares y Guerrero levantara en 1795 para Don Fernando Pazos de Miranda. En una de sus esquinas se encuentra una hornacina, muy interesante para el estudio de la obra del arquitecto ubriqueño porque, siendo discípulo de Torcuato Cayón al que sucedió en las obras de la Catedral, es el único trabajo conocido de este autor relacionado con la retablística (1) en una etapa de enorme apogeo y difusión del retablo neoclásico en Cádiz, con numerosos ejemplos realizados por otros autores.
En la hornacina repite la composición de la portada de la casa, con vano de medio punto flanqueado por pilastras, pero en este caso con mayor ornamentación, siendo las pilastras acanaladas y rematadas con capitel corintio. En la parte inferior, la base de la hornacina descansa sobre ménsulas con decoración de hojarasca, ménsulas que recuerdan las empleadas como capiteles de las pilastras que flanquean la puerta principal de la iglesia de San Agustín. El frontón se remata con el escudo coronado de Castilla y León.
Con este edificio, que comparte la estética neoclásica de la fachada del Ayuntamiento, se quería dar un aspecto de conjunto homogéneo a la plaza de San Juan de Dios (2)
Se incluye en el modelo de casas plurifamiliares neoclásicas por pisos. A causa de la escasez de espacio, el crecimiento de la ciudad es en vertical y con esta nueva concepción del edificio se pierde la clásica diferenciación de las plantas por usos (3)
La hornacina, cuya función principal es la ornamental, le imprime a un edificio de carácter neoclásico unas reminiscencias barrocas que nos recuerdan otros casos de caserones dieciochescos que contienen este motivo arquitectónico en la esquina de su fachada.
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(1) Alonso de la Sierra Fernández, Lorenzo. El retablo neoclásico en Cádiz. Excma. Diputación provincial de Cádiz. Pág. 34-35
(2) Gabinete Pedagógico de Bellas Artes de Cádiz. El siglo XVIII en Cádiz. Tradición y cambio en su arquitectura. Pág. 19
(3) Jiménez Mata, J. Julio de Molina, J. Guía de Arquitectura de Cádiz. Pág. 53

viernes, 28 de octubre de 2011

Estatuilla fenicia

En octubre suele abrirse el ciclo dedicado a “La pieza del mes” en el Museo de Cádiz. En octubre, pero de 2008, lo inauguró Luis Carlos Zambrano Valdivia, licenciado en Bellas Artes y Restaurador del Museo de Cádiz, que nos habló de los bronces fenicios hallados en Sancti Petri y la problemática relacionada con la conservación de los objetos arqueológicos. Concretamente, estas estatuillas de bronce se caracterizan por una serie de alteraciones causadas por su permanencia bajo el mar durante más de dos mil años. En el año 1996 se les aplicó un tratamiento de conservación para atajar los problemas de corrosión, lo que supuso una excelente oportunidad para el estudio de las piezas.

Este conjunto de bronces fenicios, fruto de un hallazgo casual en la década de los ochenta del pasado siglo en el entorno del islote de Sancti Petri, se ha convertido en uno de los más importantes referentes arqueológicos del Museo de Cádiz y sus piezas son demandadas para exposiciones por todo el mundo. Cronológicamente se sitúan en el siglo VII a.C., dentro de un contexto cultural fenicio.

Concretamente la que he seleccionado formó parte de la magnífica exposición “Argantonio, Rey de Tartessos” que en el año 2000 recorrió varias ciudades españolas. Este bronce representa a una figura masculina erguida en actitud de marcha frontal, vestida únicamente con un faldellín que le cubre hasta la rodilla, con una abertura al frente. Como Osiris, porta la corona Atef, que es la tiara que representa el alto Egipto, flanqueada por plumas. Bajo el pie que conserva, se puede apreciar el saliente destinado a sujetarla en un pedestal.

Nos encontramos con una iconografía egipcia para la representación de una divinidad identificada por Melqart debido a que apareció en las aguas que rodean el islote de Sancti Petri, lugar que tradicionalmente se ha interpretado como el enclave del templo de Hércules en Gadir. Probablemente sería una ofrenda a dicho templo, un exvoto que tendrían un uso ritual.

En la página web del Museo de Cádiz esta pieza aparece como una de las seleccionadas en el apartado "Obras singulares" y comenta el culto practicado en este santuario; ...lleno de elementos netamente fenicios. Uno de ellos era la ausencia de imagen propia del dios, cuyos atributos se personificaban en la iconografía de otras divinidades de tipo egipcio (Osiris) y sirio (Reshef). Melqart adquiere así un carácter funerario, similar al Osiris egipcio, como divinidad que muere y resucita. A decir del historiador romano Justino, la fama del templo gaditano se debía en buena parte a que conservaba las cenizas del cuerpo mortal de "Hércules".

La figura es de bronce macizo elaborado a la cera perdida. La técnica escultórica de la cera perdida es un proceso de fundición que sirve para obtener figuras en metal, generalmente bronce, por medio de un molde. Como el metal no se puede trabajar directamente en escultura, se necesita un molde que se elabora a partir de una figura hecha en cera. Esta figura se rodea con una gruesa capa de material blando que se solidifica. Una vez endurecido se mete en un horno que derrite la figura de cera, saliendo ésta por unos orificios creados al efecto -de ahí su denominación- y en su lugar se vierte el material fundido (colado) que adopta la forma exacta del modelo. Las figuras pequeñas, como este caso, pueden ser de bronce macizo, pero si la escultura fuera de mayor tamaño la técnica presentaría algunas variantes para que no tuviera mucho peso y disminuir la cantidad de metal en su realización.
Aunque me he centrado más en la técnica, durante la charla se trató desde el estudio tecnológico de las piezas hasta el análisis de las alteraciones que han sufrido, pasando por los tratamientos aplicados.

Ya me gustaría que todas estas charlas tan interesantes quedaran reflejadas con más propiedad en alguna publicación que recogiera todas las conferencias pronunciadas durante el año. Pero hasta que eso llegue, si llega, tendremos que conformarnos con estas anotaciones tomadas durante las conferencias y del material que ofrece el Museo de Cádiz y que, por lo menos, quede de esta forma constancia de ellas.

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Bibliografía

Inventario del Museo de Cádiz. Departamento de Arqueología.

Descripción de la pieza del mes. Museo de Cádiz.

Web del Museo de Cádiz

Catálogo de la exposición "Argantonio, rey de Tartessos" Año 2000

domingo, 25 de septiembre de 2011

Placa del V Centenario

Hoy se cumplen 518 años de la partida de Cristóbal Colón desde Cádiz, camino de su segundo viaje al Nuevo Mundo recién descubierto.
Esta placa, que se encuentra en la fachada de la iglesia de San Juan de Dios, fue colocada en 1993 por la Real Academia Hispanoamericana de Ciencias, Artes y Letras, para conmemorar el quinto centenario de la salida de Cádiz el 25 de septiembre de 1493.

Presenta en su parte superior la reproducción de la vista más antigua que se conoce de Cádiz, sacada de un dibujo –en tinta sepia sobre papel- fechado en 1513 y encontrado en el Archivo General de Simancas (1). En él se representa el Cádiz que conoció Cristóbal Colon, Cádiz que en aquella época ocupaba lo que hoy conocemos como barrio de El Pópulo, aunque en el dibujo de la placa, los barcos que se encuentran en la bahía en el documento original, han sido sustituidos por una recreación de la flota de la expedición colombina.

En la parte inferior de la placa, el escudo de la Real Academia Hispanoamericana que, entre laureles y rematado con la corona real, representa gráficamente el lema que tiene alrededor del dibujo; SCIENTIA MUNDI LUX.

Documento 1513

No solo estuvo Colón en nuestra ciudad en aquella fecha. El 11 de mayo de 1496, regresó de este segundo viaje a Cádiz donde desembarcó y estuvo algún tiempo. Del tercer viaje regresó a Cádiz el 20 de noviembre de 1500, encadenado junto con sus hermanos. El 11 de mayo de 1502, en su cuarto viaje, saldría otra vez de Cádiz.

Como se puede ver, esta placa nos puede dar una información sobre una parte muy importante de nuestra historia que se haya algo olvidada, ya que la estancia de Colón en Cádiz apenas se recuerda y no hay ningún otro monumento ni recordatorio de su estancia en la ciudad (2).
Verdaderamente tendría que conocerse y valorarse más esos momentos tan importantes para la historia de la ciudad. Algunos historiadores ya han hecho algo por ello. Como mi buen amigo Juan Antonio Fierro Cubiella que publicó un libro titulado “El Cádiz del siglo XV y Cristóbal Colón”. Anteriormente, Eduardo de Ory, también se ocupó del tema en su libro “Colón, Cádiz y el descubrimiento de América”. Ambos me han servido de consulta y son muy recomendables para el estudio de ese momento histórico.
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(1) Archivo General de Simancas. Cámara de Castilla, Pueblos, M.P. y D., XXV-47
(2) No cuento, porque no están relacionados directamente con este acontecimiento, un relieve del almirante en el monumento al Marqués de Comillas –monumento que por cierto también fue erigido gracias a la iniciativa de la Real Academia Hispanoamericana- y el nombre de Cristóbal Colón que lleva una céntrica calle de Cádiz

sábado, 10 de septiembre de 2011

Alegoría de la Música (Vassallo Parodi)

Paseando por las calles de Cádiz podemos disfrutar de la gran cantidad de detalles artísticos que tenemos por toda la ciudad. Siempre me ha llamado la atención, y es un lujo para el viandante y para el local comercial, los relieves en piedra de la “Alegoría de la Música” que enmarcan un comercio de la calle Novena, obra del escultor gaditano Juan Luis Vassallo Parodi.
Juan Luis Vassallo Parodi nació en Cádiz en 1908 y murió en Madrid en 1986. Hijo del pintor Eduardo Vassallo Dorronzoro y de María de los Dolores Parodi Rosas. Su padre fue profesor de Escuelas de Artes y Oficios y él siguió sus pasos (1) Profesor de la Escuela de Artes y Oficios en Ávila, Jerez, Madrid, Sevilla y de nuevo y definitivamente en Madrid, lo fue también de la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando y dejó una obra que llena con su sello personal un capítulo de la escultura española del siglo XX (2)
Esta obra, del año 1964, por su concepción tan atemporal y artística y “tallados con planos limpios y sencillos que le dan gran modernidad a la obra” (3), realza el local y revaloriza el comercio que en cada momento se pueda establecer, aunque evidentemente fue pensado y creado para un comercio en concreto. Su origen fue para la tienda de instrumentos musicales Parodi (4), establecimiento de su familia materna, que enriqueció con esta obra alusiva a la dedicación del negocio; la música.

En ella podemos observar cómo los rostros femeninos reflejan el sentimiento que les produce la melodía que tocan en los distintos instrumentos musicales y podemos fijarnos en detalles tan magistrales como las manos que tocan el arpa, cuyos finos y delgados dedos de la mano que está en primer plano contrastan con el ahuecado de la palma de la otra mano -tras las cuerdas de el arpa- dando sensación de profundidad.

Además es admirable la solución al poco espacio del plano frontal, aprovechando las esquinas y adaptando las figuras a la superficie con que cuenta para la talla, ocupando ambos lados del muro.
La obra de Vassallo cuenta con múltiples galardones y en Cádiz, además de la exposición permanente que muestra un gran número de piezas y que debemos a la generosidad de la familia, tenemos obras tan importantes como la Gades, bustos de ilustres personajes gaditanos, y grandes ejemplos de un capítulo muy importante en su obra como es la producción religiosa, destacando la Galeona o la Virgen de los Dolores de la cofradía del Nazareno.
No quisiera dejar pasar otra faceta en la que también fue admirable; su trabajo como restaurador, cuyo impecable trabajo y respeto por la obra siempre debe ser un ejemplo a seguir.
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(1) Para ampliar la biografía y obra del escultor, creo imprescindibles las obras siguientes:

Merino Calvo, J. A. Tradición y contemporaneidad: el escultor Juan Luis Vassallo Parodi, Fundación Municipal de Cultura, Cádiz, 1987.

Juan Luis Vasallo, Gadesarte. 1992
(2) Montañés, Luis. Las huellas imborrables de un escultor. Galería Antiquaria 1995 nº 131 Pág. 48
(3) Catálogo de la exposición permanente en el Centro Cultural Reina Sofia, Cádiz. Excmo. Ayuntamiento de Cádiz. Delegación Municipal de Cultura. Pág. 47
(4) El negocio fue fundado en 1875 y aunque hace ya años que cerró sus puertas, todavía se recuerda en Cádiz aquella tienda en la que varias generaciones de gaditanos compramos la música que estaba de moda en cada momento. Vendía instrumentos musicales, tocadiscos y por supuesto música, que además podías escuchar cómodamente sentado antes de comprar, en unas cabinas insonorizadas que se encontraban cerca de la calle trasera a la de estos relieves, ya que el local se abría a dos calles; José del Toro y Novena.

martes, 2 de agosto de 2011

Cabeza de San Juan Bautista

Al hilo de lo que comentaba en la anterior entrada sobre el Niño Jesús de la Santa Cueva, esta cabeza de San Juan Bautista atribuida a Torcuato Ruiz del Peral (1) -escultor granadino del siglo XVIII- realizada en terracota policromada, también estuvo expuesta en la Santa Cueva, donde el fundador -el Padre Sáenz de Santa María- la colocó en el otro altar y curiosamente también siguió el mismo camino que la talla del Niño; en este caso el dramatismo de la obra inspiraba la curiosidad de los fieles que se acercaban a contemplar ese realista rostro.

El Marqués de Valde-Iñigo, siempre velando por evitar las distracciones de los fieles y procurando mantener un ambiente de recogimiento propicio para la penitencia -no olvidemos que era muy solicitado como confesor y para confesarse con él se formaban largas colas que llegaban hasta la calle e incluso daban la vuelta a la esquina-, también retiró esta cabeza que regaló a los Padres Filipenses (2)
Actualmente la podemos contemplar en la iglesia de San Felipe Neri, donde se encuentra bajo el altorrelieve de la Adoración de los Magos, obra de José Montes de Oca.
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(1) Para saber más sobre este escultor, recomiendo un blog -y en concreto su entrada titulada “Ruiz del Peral in memoriam”-, donde su autora, de Granada también, nos ofrece amplios datos de su vida y obra, aderezados con sus amenas e interesantes experiencias personales fruto de su trabajo de investigación.
(2) Moreno Criado, Ricardo. La Santa Cueva y sus Goyas. Pág. 45-46

domingo, 24 de julio de 2011

Niño Jesús de la Santa Cueva

Esta talla de finales del siglo XVIII del Niño Jesús con su cuna (1), se encuentra en el pequeño espacio dedicado a museo que expone diversas piezas y documentos relacionados con la Santa Cueva y que se habilitó en la última restauración del edificio entre la capilla baja y la alta.
Hace años recuerdo haberlo visto en la mesa de altar de uno de los altorrelieves de la capilla alta. Precisamente en ese lugar es donde fue colocado por el Padre Sáenz de Santa María, marqués de Valde-Iñigo, para ser objeto de adoración en la noche de Reyes. Parece que la talla atraía bastante la atención de los fieles que, al entrar y salir, se acercaban a contemplarla. Para evitar esto, el Padre Sáenz de Santa María se la llevó a su casa donde se guardaba hasta la Epifanía (2) Posteriormente se respetó esta decisión y se guardaba en un armario de la Sacristía, sacándolo solo para los cultos de la noche de Reyes en la capilla subterránea (3)
Actualmente ya podemos contemplarlo en cualquier momento que acudamos a tan visitado monumento de Cádiz.
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(1) La Santa Cueva de Cádiz. Editado por la Caja San Fernando de Sevilla y Jerez. Pág. 28
(2) Moreno Criado, Ricardo. La Santa Cueva y sus Goyas. Pág. 45-46
(3) Ibídem

viernes, 1 de julio de 2011

Consagración de la Catedral de Cádiz

Cuadro conmemorativo de la consagración de la Catedral de Cádiz, hecho que se produjo el 28 de noviembre de 1.838. Está situado a los pies del templo, a un lado de la puerta principal. Esta obra parece tener su origen en un concurso pictórico anunciado por la Academia de Bellas Artes de Cádiz (1) y convocado por el Ayuntamiento gaditano en 1867, en cuyas bases se especificaba que el asunto a plasmar fuera "El acto de la Consagración de la santa Iglesia Catedral de Cádiz, por el Excmo e Ilmo. Sr. Obispo D. Fr. Domingo de Silos Moreno, en el año de 1838"

Esta pintura y otras muchas realizadas en el siglo XIX ex profeso para la Catedral, sirvieron para enriquecer su interior junto con otras obras -las más antiguas- procedentes de otras iglesias y sobre todo de la sufrida Catedral Vieja.
Ya que nos encontramos en la octava del Corpus, en esta pintura aparecen unos personajes que han tenido siempre un especial protagonismo en la festividad del Corpus Christi. Me refiero al grupo de niños que se encuentran situados en el grupo de la izquierda; los Seises.
Se pueden distinguir por su indumentaria de sotana roja con sobrepelliz blanca. En sus inicios solían ser de cuatro a diez, pero en la segunda mitad del siglo XV se generalizó el número seis, por lo que ya fueron conocidos desde el siglo XVI como Seises. Es desde este siglo cuando se data su tradición en Cádiz. Su cometido desde un principio ha sido la del canto en la Capilla de Música de la Catedral para la liturgia solemne y asistir a procesiones. No se han encontrado datos que permitan saber si estos seises también bailaban como en otras catedrales.
Desde su creación, estos niños estaban bajo el cuidado y tutela del Maestro de Capilla. En otras poblaciones ya desde el siglo XVII pasaron a vivir internos en los colegios creados por los cabildos. En Cádiz tras su resurgimiento en el siglo XVIII, fue a partir de 1777 cuando pasan a ser internos del Colegio de Santa Cruz (creado bajo el patronato del Cabildo General, junto a la Catedral Vieja) y dependerán de su director y regente (2)
En unos inventarios hechos en 1737 y 1741 del tesoro musical de la Catedral de Cádiz (3), aparecían los siguientes datos: Dos libros viejos, uno de Misas y otro de Motetes en que estudiaban los Seises. Y en el apartado de cuadernos de carácter litúrgico: Dos libros para cantar los versos los Seises.
Estos niños cantores o Seises, tradición de siglos en Cádiz aunque con sus periodos de desaparición -el último desde mediados del siglo XX- han sido recuperados recientemente.
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(1) Publicado en la Revista de Bellas Artes, Madrid 20 enero 1867, Pág. 124 y 125

(2) Díez Martínez, Marcelino. Los seises de la Catedral de Cádiz.. Su reinstauración y funcionamiento en el siglo XVIII. Tavira: Revista de Ciencias de la Educación, número 14. Pág. 113-130

(3) Los libros corales de la Catedral de Cádiz. García Luján, José Antonio. Universidad de Córdoba. Pág. 159 y 162

jueves, 23 de junio de 2011

Arcángel San Miguel

Por toda la céntrica calle San Miguel hay casas que merecen contemplarse con detenimiento pero quizás la que más llama la atención es la número 16, que tiene una hornacina con la escultura en mármol del Arcángel que da nombre a la calle.

Esta casa es de estilo barroco y una de las pocas que ha mantenido su aspecto salvándose de reformas posteriores. El que tenga la hornacina en la esquina del edificio nos permite una mejor contemplación de la imagen, tanto frontal como lateralmente.El Arcángel está representado en su lucha contra el demonio, con la espada y un escudo donde aparece JHS, en referencia a Jesucristo, y abajo Q.S.D., iniciales de la expresión latina Quis sicut Deus -Quién como Dios-.

Este lema, que suele acompañar las representaciones del Arcángel, es la traducción de Miguel, nombre de origen hebreo.

Con suerte, admirando esta escultura quizás podamos evitar fijarnos en el espantoso edificio que, sobre uno de los yacimientos arqueológicos de época fenicia más importantes de Cádiz y rompiendo totalmente con la estética del casco antiguo gaditano, se ha levantado enfrente. Para mí, incomprensible.

lunes, 30 de mayo de 2011

Relieve de la Conversión de San Pablo

La creación de una casa de recogida para mujeres de vida deshonesta, fue un proyecto que se intentó realizar en varias ocasiones durante el siglo XVII, pero siempre obtuvo la negativa del Cabildo, temiendo que su fundación perjudicara económicamente a los conventos e instituciones benéficas de la ciudad. (1)
Al final se pudo llevar a cabo gracias a la generosidad de Doña Jacinta Martínez de Zuzálaga, quién en 1678 donó una casa que tenía en la calle Ancha y estableció un patronato, pudiendo de esta forma hacerse realidad la casa de recogidas, fundándola bajo el título de la Conversión de San Pablo. (2) Su deseo era que, como San Pablo, aquellas mujeres tuvieran una conversión que les cambiara la vida, adoptando unas costumbres decentes y cristianas.
La iglesia que se edificó a su lado fue puesta bajo el mismo título y encima de la puerta de entrada se colocó este relieve de mármol. Obra genovesa de finales del siglo XVII, nos muestra el momento de la conversión en el camino de Damasco (3), en una composición en diagonal; la caída del caballo de Saulo de Tarso en un extremo y en el otro la aparición de Cristo entre nubes, cuando le interpela preguntándole: ¿Saulo, Saulo, por qué me persigues?
Quería reflejar también, como dato curioso, que esta casa para mujeres era muy conocida en Cádiz con el nombre de Las Recogidas, sirviendo de referente incluso para la ubicación de los comercios cercanos. Como ejemplo, la conocidísima imprenta gaditana de Manuel Ximénez Carreño, solía especificar, para no dejar ninguna duda sobre su localización, que se encontraba en la calle Ancha frente de las Recogidas. En el libro que muestro, procedente de una colección particular, además del impresor aparece el nombre del encuadernador, Moreno Zurita, y también se puntualiza que su establecimiento se halla en la calle Ancha junto a las Recogidas.

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(1) Morgado García, Arturo. La Diócesis de Cádiz: De Trento a la Desamortización. Servicio de Publicaciones. Universidad de Cádiz. pág 390
(2) Ibídem; pág 391
(3) Duchet-Suchaux, G. y Pastoureau, M. La Biblia y los santos. Alianza Editorial. pág 299

lunes, 11 de abril de 2011

Corazón Agustino

Un corazón en llamas, atributo de San Agustín como símbolo de su entrega a Dios, se encuentra en el interior de la iglesia de San Antonio, en la nave del evangelio, en la mesa de altar cuyo retablo alberga la imagen de San José, obra de La Roldana. Esta iglesia no pertenece a la orden agustina ¿por qué aparece en ella esta simbología?
La respuesta es que ese retablo y la mesa de altar no pertenecen a esta iglesia. Proceden de un convento de monjas agustinas que existía desde el siglo XVI en la actual Plaza de la Candelaria y que fue derribado en 1873.
La mesa de altar de mármol genovés, del siglo XVII -de las que hay otros ejemplos en la ciudad-, tiene en el centro el corazón llameante conteniendo en letras doradas una parte del Ángelus en latín; El verbum caro factum est (Y el verbo se hizo carne...)

sábado, 19 de marzo de 2011

Imaginería de San José (VIII)


Convento de San Francisco

San José de factura moderna que ocupa un retablo dieciochesco que se encuentra en la capilla de San Telmo (1). Esta capilla se erigió en 1567 costeada por los navegantes cántabros. Es una de las más grandes de la iglesia, con planta rectangular, y por donde se abre la puerta lateral de la iglesia.

Parece ser que este retablo se encontraba en la nave principal. A mediados del siglo pasado se retiraron algunos, ubicándolos en esta capilla de San Telmo. Desconozco que imagen sería la originaria de este retablo, pero resulta muy interesante -y no sé si significativo para la investigación- observar las dos pequeñas hornacinas con pinturas que se encuentran a los lados del San José, representando a los arcángeles San Miguel y San Rafael.

(1) La devoción a San Telmo viene por influencia de los navegantes cántabros. Sin embargo no se conserva su imagen. También una lápida recordaba su terminación: “Acabose esta capilla de San Telmo el 2 de julio de 1568, siendo el mayordomo Sebastián Muñoz”

Parroquia de San Antonio

San José que se encuentra en la nave del evangelio, en un retablo del siglo XVII procedente del desaparecido convento de La Candelaria.
Desde hace algunos años, se había atribuido acertadamente a La Roldana y a su marido como obra del periodo gaditano (1687-1688)
Mereció formar parte de la gran exposición dedicada a esta escultora, celebrada en los Reales Alcázares de Sevilla en el año 2007. Su inclusión en la muestra y por consiguiente en el catálogo (1), ha enriquecido enormemente el estudio de la imagen como a continuación veremos:

San José, representado de mediana edad, está en actitud de dar un paso adelante avanzando la pierna izquierda e intentando dar movimiento a una composición que habitualmente es estática. Con este gesto, la escultora logra dos objetivos; primero, nos muestra el pie calzado con unas sandalias. Segundo, crear movimiento con el extremo derecho del manto que, después de envolver la figura por detrás, se anuda en el cinto por delante. Refuerza el dinamismo de la figura, los plegados del manto con ondulaciones zigzagueantes.
Lleva los brazos en paralelo y en horizontal, sosteniendo el cuerpo del Niño que juguetea moviéndose. Las manos de San José, de dedos cortos, separan el índice del corazón formando una marcada uve, mientras une los dos dedos centrales.

El Niño, que está recostado sobre los brazos de San José con una posición del cuerpo forzada, mira al espectador mostrándonos una actitud cariñosa, tocándole la barba con la mano izquierda e intentando agarrar el cuello de la túnica con la otra mano. Su cabeza, con ojos pequeños y hundidos, frente amplia y pronunciada con el peinado infantil característico de La Roldana; raya del pelo a un lado, flequillo realizado con mechones aislados que llevan un rizo en un extremo.


(1) Romero Torres, José Luis y Torrejón Díaz, Antonio (comisarios científicos): Roldana, catálogo de la exposición celebrada en los Reales Alcázares de Sevilla, incluida en el proyecto Andalucía Barroca., Sevilla, Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, 2007.
Torrejón Díaz, Antonio: “Luisa Roldán, San José. Cádiz, Iglesia de San Antonio de Padua”, Roldana, catálogo de la exposición celebrada en los Reales Alcázares de Sevilla, Sevilla, 2007, p. 186.

Capilla de la Divina Pastora

San José perteneciente a la capilla de la Divina Pastora, cuyo autor es Benito de Hita y Castillo, obra fechada en 1753. Forma parte de la imaginería del retablo mayor.

Es muy representativa de la escuela sevillana, ya que el escultor Benito de Hita y Castillo tiene una importante trayectoria que ha hecho que su obra se encuentre en varios puntos de la geografía española.
En Cádiz tenemos una magnífica representación de su trabajo en varias iglesias. Concretamente en la iglesia de la Divina Pastora, además de este San José, hay que añadir las demás tallas del retablo mayor y la de los retablos laterales.

Otra obra suya es la Virgen de los Ángeles de la parroquia del Rosario y cuenta también con varios encargos en el convento de Santa María, para la capilla del Nazareno. En esta capilla aunque podemos disfrutar actualmente parte de ese trabajo, desgraciadamente se perdieron dos tallas que fueron quemadas en el año 1936; un San José que presidía su retablo y la dolorosa de la cofradía del Nazareno.

domingo, 20 de febrero de 2011

Inmaculada del Cabildo Municipal

Dentro del ciclo de la pieza del mes del Museo de Cádiz, febrero nos ha deparado la grata sorpresa de descubrir un lienzo de una Inmaculada que se encuentra en la galería de la primera planta, en la antesala de Murillo. En esta ubicación pasa un poco desapercibida, pero en su conferencia Lorenzo Alonso de la Sierra ha reavivado la pintura y realzado esta obra.
Siendo una pintura de la primera mitad del siglo XVII, en su charla tocó temas relacionados con esta época -de resurgimiento de Cádiz tras el tremendo saqueo de 1596- tanto de la pintura en general como históricos y artísticos de Cádiz, con múltiples detalles interesantísimos y dignos de destacar, tantos, que me resulta imposible poder reflejarlos en este espacio.
Fundamentalmente, Lorenzo quería dar a conocer la hipótesis que plantea sobre la autoría de esta obra. Nos desveló el posible autor, Juan Gómez, -siempre recalcando las debidas reservas y prudencia en estos casos- pero con el aval de una concienzuda investigación. Para ello además de referencias documentales comparó los evidentes parecidos de la Inmaculada con otras obras reconocidas de este autor (sobre todo de las conservadas en la iglesia parroquial de San Mateo de Tarifa) que refuerzan la posible autoría de este pintor.
La finalidad de esta obra era presidir la Sala de Cabildos del Ayuntamiento de Cádiz. Este encargo, se produce en unos años de auge del fervor inmaculista (como ejemplo citó que en los años 1617 y 1618 los Cabildos hacen voto solemne de defender el dogma)
Lorenzo ha encontrado documentalmente que, en 1617, Juan Gómez recibe el encargo de realizar una Concepción, pero el documento no aclara con precisión qué tipo de obra va a ejecutar, ya que este artista trabaja tanto retablos, como escultura o pintura. Es el Conde de Maule, a principios del siglo XIX, el que cita expresamente la existencia de un lienzo de la Concepción en el Cabildo Municipal de Cádiz, pero desconoce su autor.
La religiosidad que durante siglos se plasmaba en todos los ámbitos y lugares de la ciudad, desde la revolución de 1868 sufre la corriente laicista que se propone desalojar de muchos de esos lugares, la gran cantidad de obras de carácter religioso existente. El Ayuntamiento no era una excepción y desde allí se envía, en 1869, seis piezas de tipo religioso al Museo (entre ellas estaría esta Inmaculada). Desde entonces se conserva en el Museo de Cádiz.
Para finalizar, Lorenzo hizo un recorrido por varias obras del siglo XVII que se conservan en distintas iglesias gaditanas, con las explicaciones que los interesados en los temas gaditanos tanto valoramos y le agradecemos.

domingo, 30 de enero de 2011

Epitafio de gladiador

La pieza del mes de enero en el Museo de Cádiz, ha sido la lápida epigrafiada del gladiador Germano, comentada por mi buen amigo Eduardo del Pino, profesor titular de Filología Latina de la Universidad de Cádiz.

En la conferencia, perfectamente estructurada, nos habló sobre su hallazgo, traducción y datación, y la importancia del mundo de los gladiadores en todo el imperio romano y evidentemente también en la Gades romana.

La lápida, datada en el siglo I d.C., fue hallada en 1932 por Pelayo Quintero Atauri, en las excavaciones que se practicaban en la zona de extramuros, cerca de la Fábrica Nacional de Torpedos, lugar por donde se extiende la antigua necrópolis gaditana. Se hallaron cuatro epitafios más en el yacimiento que descubrió un hipogeo fenicio sobre el cual se levantó un columbario romano.

La inscripción esta grabada sobre una placa de mármol blanco, de la que se conserva solo dos fragmentos de la parte superior. La completaban otros cuatro trozos que se han perdido, pero se conserva una fotografía de la pieza completa hecha en 1960.

La transcripción es la siguiente:

GERMANVS

SAMNIS IVL(ianus) XIIII

(nati)ONE GRAECA

ANNO(rum) XXX H(ic) S(itus) E(st)

Traducción:

Aquí yace

el Samnita Germano

de la escuela Juliana

que venció 14 veces

griego de nacimiento

muerto a los 30 años.

Esas breves líneas esconden una gran cantidad de datos que, conociéndolos, hacen que podamos comprender y apreciar este epitafio en toda su amplitud. Y esa fue la labor de Eduardo que, cumpliendo a la perfección con ese cometido, nos dio detalladas y amenas explicaciones que muy resumidamente expongo a continuación.

Samnita es un tipo de gladiador que tenía unas características propias en su atuendo de lucha; casco con visera, espada, escudo grande y protección en la pierna izquierda.

Juliano, por pertenecer a la escuela llamada Iuliana de gladiadores, que Julio César fundó en Capua, donde se preparaban a los luchadores que irían a combatir por los distintos anfiteatros.

Germano, no era su origen ni su verdadero nombre. Posiblemente se le pusiera como atractivo por las características luchadoras de esos pueblos que en el año 9 d.C. inflingieron una severa derrota a las legiones romanas de Publio Quintilio Varo en Germania.

En la Hispania romana la mayor concentración de espacios públicos donde se producirían combates de gladiadores se daba en la Bética. Dentro de las ciudades de primera categoría para estos espectáculos se encontraba Cádiz, con su anfiteatro, localizado según los dibujos de Wyngaerde en el siglo XVI y otros autores, en la zona comprendida entre las Puertas de Tierra y el barrio de Santa María. En aquella época todavía quedaban restos plasmados en el desnivel del terreno que fue utilizado como huerta, siendo conocida por la Huerta del Hoyo.

A pesar de las excavaciones arqueológicas que se han ido practicando por las zonas adyacentes, no se han localizado todavía sus restos. De todas formas habría sido casi totalmente desmontado para la utilización de sus piedras en otras construcciones durante la Edad Media.

Lo que sí parece evidente es que la nueva ciudad romana de Gades, edificada por Balbo, que contaba con un gran teatro –actualmente en excavación y uno de los más grandes del imperio- contaría también con un anfiteatro de similar categoría en el que se ofrecerían luchas de gladiadores y que nuestro personaje, Germano, lucharía en él. A su muerte se le grabó este epitafio.

Es imposible reflejar en este espacio la cantidad de interesantísimos datos que Eduardo fue desvelando; los distintos tipos de gladiadores que existían, el negocio tan fabuloso que generaban, las ganancias que llegaban a obtener tras los combates, las distintas escuelas...Pero no quiero dejar en el tintero algo que nos gustó especialmente por el trasfondo tan humano que encierra. Ya en el transcurso de su charla, Eduardo nos comentó que no era incompatible ser gladiador con la familia, de hecho casi la mitad de los epitafios estaban costeados por la mujer del gladiador o familiares. Un detalle conmovedor de esta lápida es que, posteriormente, algún allegado o familiar, grabó con un punzón las letras de la tercera línea -que son mucho más pequeñas que el resto y su grabado menos profundo-, que indican su verdadera nacionalidad, con la intención de que se conociera y no se perdiera el verdadero origen de este luchador; de nación griega. Y lo consiguió.

Moisés ante la roca de Horeb

En Cádiz he localizado dos versiones de la pintura de Murillo "Moisés ante la roca de Horeb", obra que se conserva en el Hospital...