En la, para mí, encantadora iglesia de San Juan de Dios, hay un retablo de mármoles genoveses del siglo XVII, del que hablaremos en una próxima entrada, pero que hoy debe aparecer brevemente ya que tiene que ver con el asunto que nos atañe. En las mejores guías de Cádiz se puede leer lo siguiente: "un retablo de mármoles italianos realizado a fines del siglo XVII, en el que se encuentra la imagen de candelero de la Virgen del Carmen y a sus lados las tallas barrocas de San Juan Nepomuceno y San Juan Bautista”

El caso es que, después de tantos años desaparecidos, hace unos días al entrar en la iglesia, como hago a menudo, aunque nunca los había visto y no los conocía, me di cuenta enseguida que esas imágenes estaban de nuevo a la vista, aunque colocadas en otro retablo, el presidido por un lienzo de San Nicolás, que tenía dos espacios vacíos.

Sean cuales sean los motivos de su desaparición y de su vuelta al culto, lo importante es que podemos disfrutar de nuevo de estas obras de arte y que la iglesia poco a poco va volviendo a recuperar su esplendor, contando de nuevo con piezas que estaban guardadas y con las restauraciones que se están llevando a cabo en otras.
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Nota : Esta entrada se la dedico especialmente a mi amiga Raquel Sigüenza, de la que estoy aprendiendo mucho sobre arte gracias a su blog y a la que deseo muchos éxitos en sus investigaciones, en especial la que está dedicando a uno de los santos que aquí han aparecido; San Juan Nepomuceno.