Sarcófago antropoide femenino

Hoy se cumplen treinta años del descubrimiento del sarcófago antropoide femenino. Para celebrarlo, el Museo de Cádiz lo ha tenido muy en cuenta en su programación de este mes. Entre los actos y actividades programadas, Ramón Corzo –uno de los protagonistas en aquella fecha- ha rememorado las circunstancias del hallazgo en su conferencia correspondiente a la pieza del mes, que no podía ser otra que el sarcófago fenicio.

Nos contó cómo fue una gran sorpresa hallar otro sarcófago y encontrarlo en un lugar –un solar de unos 2.000 m2 – en el que las correspondientes catas no indicaban la presencia de restos arqueológicos, ya que se constataba un subsuelo de arena limpia. Por eso ya actuaban las máquinas que retiraban el terreno para la cimentación del nuevo edificio y una de ellas fue la que partió la parte baja del sarcófago y lo encontró al mismo tiempo.

Tras una minuciosa limpieza, que se efectuó en el Museo, en el interior se encontraron restos del tejido que envolvió el cuerpo, un escarabeo representando un joven disparando con una onda y cinco colgantes con forma de cobra pertenecientes a una pulsera. También se hallaron unas pestañas de bronce y cuatro clavos del mismo material que pudieran cerrar una estructura de madera.

Sobre la forma de este tipo de sarcófagos, Corzo indicó que tienen un origen egipcio y mostró una serie de ellos, donde en la tapa además figuran unas inscripciones jeroglíficas. Éstas pedían que no se profanara -ya que no había nada de valor- y respetaran su descanso. Esta tradición la recogen también los fenicios ya que los dos sarcófagos gaditanos contenían un ajuar bastante escaso.

Los sidonios encargaron la realización de este tipo de sarcófago a los artistas griegos, más cercanos y seguramente más económicos. Resulta así un trabajo griego pero con las características egipcias; forma humana con el rostro del personaje. Lo que sí es muy singular es la decoración de la tapa, que tiene labrado además de la cabeza con un peinado típico de bolas jonio, los brazos –sujetando uno de ellos un alabastrón-, los pies y excepcionalmente también los senos, correspondientes a la figura femenina representada.

Con el aforo completo –nunca he visto cosa igual- y un gran ambiente en el Museo, se celebró así el particular aniversario del descubrimiento de una de las piezas más emblemáticas de la arqueología de Cádiz.

Comentarios

  1. Jose: Posiblemente Ramón Corzo también os hablaría de los comentarios que hubo en su momento -y los sigue habiendo- sobre la casualidad de que el sarcófago de la Dama apareciera al derribar la casa donde había vivido cuarenta años antes el famoso arqueólogo y Director del Museo de Bellas Artes de Cádiz, Pelayo Quintero.
    Este investigador había realizado en la ciudad innumerables excavaciones y descubrimientos menores esperando siempre encontrar el sarcófago femenino que suponía tenía que existir, y que luego resultó que lo tenía bajo el suelo de su casa.
    Hubo comentarios de todo tipo, aunque los técnicos aseguraran que fue pura casualidad.

    ResponderEliminar
  2. Neli:Evidentemente la cita del hecho tan rocambolesco de la aparición del sarcófago bajo la casa del arqueólogo Pelayo Quintero se produjo al inicio de la conferencia, pero como un dato más de las características del hallazgo.
    Es cierto que hay comentarios ante esta “casualidad” y me parece que se toman actualmente dos puntos de vista; en el primero encontraríamos las personas que se sienten fascinadas por esta historia, y les produce unos sentimientos ante la fatalidad del destino, que les impulsa incluso a expresarlos en forma de cuento o fábula (Felipe Benítez Reyes, Fernando Quiñónez, Pilar Paz Pasamar...)
    En el segundo estarían los que dudan que este hecho sea un guiño del destino. Entre ellos he leído los comentarios de Fernando Santiago y Javier Osuna.

    Personalmente, ante todo, me gustaría que prevaleciera la verdad, pero creo que es uno de esos casos en los que ya hay una versión dada y si no es real, muy difícilmente lo sabremos. Pero esto se debería de investigar y sacar conclusiones definitivas. Pienso que la arqueología y la investigación documental que hiciera falta podría aclarar rotundamente estas dudas que manchan el buen nombre y buen hacer del que fue Director del Museo de Cádiz. Si se descubriera que no existió dicha casualidad, tampoco sería dramático. Tenemos en nuestra historia personajes tan ilustres como Adolfo de Castro que hizo creer que encontró la tercera parte del Quijote y fue él quien la escribió. Ahora es un atractivo más de su personalidad y su cultura, que hizo dudar que su obra fuera del mismo Cervantes.

    Sobre el tema que nos atañe, soy también de los que piensan que es demasiada casualidad. Y nos podemos apoyar en varios puntos –que por otra parte nos lo podría aclarar algún arqueólogo o historiador caritativo, al que estaríamos muy agradecidos-;

    a)Resulta extraño que en los 2.000 m2 del solar en el que apareció no hubiera ningún otro resto arqueológico.
    b)Su casa no estaba edificada, sino que se la construyó él mismo en el solar citado.
    c)Su interés y seguridad que habría otro, pareja del masculino.
    d)Se jubila en 1937 y en 1939, en “circunstancias poco claras” (según artículo publicado en Diario de Cádiz, el jueves 6 de mayo de 2010, por Enrique Gozalbes Cravioto, de la Universidad de Castilla-La Mancha) fue remitido al Protectorado español en Marruecos, donde organizó y fue el primer director del Museo Arqueológico de Tetuán.

    Seguramente se pueden añadir más interrogantes que esperan las respuestas precisas.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

El Greco de Cádiz

Casa Pazos de Miranda

Arcángel San Miguel