La Virgen del Rosario y los niños
Como decía en la entrada anterior, la Noche Blanca contó con
exposiciones de arte sacro en cada una de las iglesias participantes. En el convento de
Santo Domingo, desde el claustro se accedía a la capilla de la V.O.T., donde se expuso una muestra del patrimonio de las dos cofradías que
radican en la iglesia y de la
Patrona.
Pertenecientes a la Virgen del Rosario se pudieron ver -y así lo
destacó el padre Pascual Saturio- unas cajitas, nunca antes expuestas, que se
llevaban a su casa las embarazadas y que contenían un rosario de la Patrona junto con un
zapatito del Niño Jesús. Después del parto la devolvían al templo.
En la tapadera de las cajas había una hoja que decía:
Si
desea quedarse con la medalla para el niño, se ruega un donativo para la Santísima Patrona.
Ella le agradecerá que lleve a su hijo para pasarle por debajo de su
manto.
Esta curiosa costumbre, como otras que se hacían para que la Patrona velara siempre por
sus hijos, como la de subir a los niños a su camarín para colocarlos bajo su
manto, da testimonio de la devoción que desde hace siglos han tenido los
gaditanos a su Patrona.
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